El verdadero precio de Neymar

En nuestra publicación anterior describimos el traspaso de Neymar da Silva Santos Júnior o simplemente Neymar Jr. al PSG como una desfachatez, y eso solo para utilizar un adjetivo, pero en realidad dista demasiado de describir la realidad.

La situación tiene 2 aristas principales, la primera y la más notoria es el plano deportivo, el cual, desde nuestro punto de vista lo analizamos con la siguiente perspectiva. Primero hay que pensar que de forma bien intencionada, el equipo parisino intenta ser un equipo capaz y por lo menos que sea considerado para ganar la UEFA Champions League y que esto por su puesto no es ningún pecado intentarlo, sobre todo cuando es evidente que la Ligue 1 no es lo suficientemente competitiva para un equipo sobre valorado, sin importar demasiado que el actual campeón de este país no sean los de la capital francesa, el Mónaco FC es un equipo respetable y nada mas, al final de esta temporada nos daremos cuenta la distancia que habrá entre un equipo y otro. Otro punto a favor del París Saint-Germain Football Club es que de las 5 ligas europeas más importantes, la de Francia es la última, por lo que no es nada raro que deban de buscar posicionarse en los primeros planos en el torneo internacional que hasta ahí todo parece conforme a la competencia, pero ¿qué sucederá cuando Neymar se dé cuenta que la liga francesa no es lo que es la liga española y que no se compite de la misma forma?, ¿qué sucederá cuando en la jornada 17 de la temporada ya no sienta esa satisfacción de jugar con un equipo que es 10 veces superior a sus rivales?. Es por ello que queremos ver cuáles son los daños colaterales que surgen con un fichaje de un futbolista con valor en el mercado por menos de la mitad de lo que pago el PSG.

De entrada, en el momento que se pagan esas cifras por un jugador todo se convierte en una lucha desleal, una competencia dispar y en un futbol tan surrealista que nos pondrá en cuenta que este deporte no es mas que uno de tantos negocios lucrativos en potencia y que se rigen bajo el esquema de oferta y demanda. Porque poner esos precios en el mercado hacen que de inmediato jugadores que aún no son consagrados y que no garantizan un éxito rotundo tengan valores arriba de los 150 millones de euros, nombres como Dembéle, Coutinho o Mbappé han incrementado su valor en un 200% luego del fichaje del brasileño, y esto solo por citar algunos casos. Los equipos que no pueden pagar una cláusula de recesión se limitarán a hacer lo que pueden con lo que tienen, con la única finalidad de estar en la misma competencia con los equipos que si podrán aspirar a ser campeones.

Estas situaciones ya se han venido dando con cada vez mas frecuencia, y un ejemplo claro sucedió con James Rodríguez, un buen jugador que sin haber logrado nada paso al Real Madrid por una cifra sobre valorada y que hasta el momento no ha demostrado su valor pagado para el equipo merengue.

La otra vertiente importante que se centra en este tema es el aspecto político-social. Con la simple llegada de Neymar al futbol francés, la capital parisina tendrá considerablemente un incremento en la derrama económica por varias razones, tales como son el turismo, los derechos de televisión, la venta de playeras (200 euros) y otras tantas que se suman por solo la intención de ver jugar al joven de 25 años en el Parque de los Príncipes.

El presidente del PSG ha admitido que en 2 años se recuperará la inversión realizada, lo que nos dice que por donde se vea, esta situación beneficia económicamente a todas las partes, pues el gobierno francés no estará nada descontento por tener ingresos que vienen de fuentes ajenas a ellos. Los ojos de muchos voltearán a Francia solo por morbo o por la pura inquietud de ver a un jugador que no “pertenece” a una liga como la Ligue 1 francesa, y eso, evidentemente se traduce en ingresos monetarios.

Lo que hizo es PSG es romper con un Fair Play financiero establecido y es querer comprar la felicidad y el éxito, sin que estos estén garantizados por el simple hecho de adquirirlos, es por ello que cuando un equipo sin ese poder adquisitivo logra salir avante, la satisfacción, desde mi punto de vista, cobra mayor importancia, el triunfo tiene mas mérito y el éxito es mas satisfactorio. Pero de eso hablaremos después.

Oscar Ocampo