Final de UEFA Champions League

Alguien dijo una vez, “no existe canción más bella que el himno de la Champions League”, y es que como no sentir que se eriza la piel, como no vibrar con la euforia de la gente que se siente protagonista de uno de los eventos más importantes del deporte mundial ante la víspera del pitazo inicial, como no sentir el orgullo de portar un escudo en el pecho mientras se entona tan bella melodía, la cual, representa más que el inicio del partido, para muchos, representa el juego más importante en la vida de un futbolista y como aficionado, el simple hecho de estar frente al televisor y escuchar las primeras tonadas te hace levantarte de tu asiento y sentir que eres parte de los 22 protagonistas que están a punto de hacer rodar el balón, te hace sentir que estás ahí y que puedes lograrlo todo.

Para un aficionado como yo, el espectáculo inicia al momento de despertar el día de la final, imaginando toda la expectativa que se está creando horas antes del inicio, preparando lo necesario para disfrutarlo sin impedimentos y poder disfrutar el partido, porque es algo que se vive una vez al año pero parece una eternidad a que llegue el próximo cuando el árbitro decreta el final, pues sin importar quién sea el ganador, por lo menos para este lado del continente, el sabor que queda luego de ver ese espectáculo es de querer más encuentros así.

Desde el inicio del torneo se va gestando un ambiente entorno a la sede donde se jugará la final, el lema que se ha utilizado en los últimos años para referirse al camino que se debe seguir para llegar al último partido, “Road to…”, nos hace marcar la fecha en el calendario, nos genera una ilusión y nos hace desear que esa fecha llegue para, literalmente, disfrutar no solo un partido de futbol, sino un espectáculo único en el mundo, en el cual podemos ver disparos, dribles, atajadas, pases y por supuesto goles que solo son dignos de un evento así.

Solo basta decir que los mejores jugadores del planeta han disputado la orejona para demostrar que un partido de UEFA Champions League es más espectacular que muchos encuentros de otros torneos a nivel selecciones de clase mundial, no solo es la representación de un equipo o el disputar una copa, es la consagración propia de jugadores al poder levantar el tan ansiado trofeo. Y es que a pesar de la globalización y comercialización que ha crecido entorno al futbol, la comúnmente llamada champions ha sabido permanecer vigente y mantener un nivel prestigioso como la copa misma, sin embargo, una de las consecuencias de esta comercialización del futbol es tener un torneo con 32 equipos y previamente una fase de play-offs que han causado que se lleven a cabo partidos dignos de un torneo de Europa League o incluso inferior, los aficionados quisiéramos ver siempre partidos de nivel de final en un torneo así. Como olvidar duelos como Liverpool v Milán en el 2005, que a mi parecer, ha sido la final más espectacular de este evento, pero es un hecho que en la necesidad de satisfacer al espectador con muchos partidos de champions se ha perdido espectacularidad en algunos partidos de grupo, y esto es un fenómeno global, otros torneos como la Copa Europea de Naciones o el mismo Mundial de la FIFA se han visto en la misma necesidad de hacer más largo el torneo y por ende más equipos participantes con la finalidad de hacer más lucrativo a un deporte, que por naturaleza, es pasional y que no se necesita tanto para hacerlo grandioso.

No voy a negarlo, es agradable ver como un equipo inferior, en nivel futbolístico y económico, va logrando abrirse paso y derrotando a rivales hasta llegar a instancias finales o incluso salir campeón. Finalmente, este es el objetivo de todos los que participan en un torneo como la UEFA Champions League.


Oscar Ocampo

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